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sábado, 9 de abril de 2011

ESCRIBO UN POEMA A LA NOCHE



Le escribo un poema a la noche
Escribo y recuerdo tu reproche
El lápiz se hace agudo
Tomando un color negro oscuro
El papel blanco se vuelve gris
Por cada frase que va encajando
En la rima del aprendiz
Es difícil describir en palabras
El sentir de mi alma por ti
Ahora, he logrado una rima en mi poesía
Sin saberlo te he dicho, ¡vida mía ¡
¿Cómo tan sutilmente recobro la alegría?
Si mi vida es toda melancolía
Escribo un poema a la noche
Y el día muere de celos y envidia.

Jorge Enrique Ramírez Clavijo


AMARTE ME MATA


Los días pasan acelerados
Los recuerdos sangran el alma
Las cadenas aprisionan nuestras vidas
No hay salida a la rutina
Cambio por presión el escenario
Pero otra vez la usanza se carga en mis días
Quiero evadir con locura el compromiso
Pero es tan duro, que en mi cara me dice: ¡ iluso !
Reconozco, soy quimérico
Pero entre mis sueños soy libre de la prisión
Abunda la apatía, indolente se vuelve el mundo
Solitario debo entender, como pude caer
Ahora que no hay remedio
El consuelo me trastorna
Y en soledad mi alma te idolatra
El grito de la conciencia otorga
Una frase que es verdad
“Amarte me mata”

Jorge Enrique Ramírez Clavijo

COMO OLVIDARTE SEÑOR


Por la noche, con los ojos atumultuados y el organismo cansado,
Busco refugio en la frialdad de mi cama,
La almohada que conoce mi pensar
Alberga el consuelo que por días he buscado
El cansancio adormita, mi cuerpo vencido por el día
Sin mediar palabras,
Mis manos recogen el manto para cubrirme
Siento tibieza en el abrigo,
Sin saber que Tú, mi Señor, estas ahí conmigo
La oscuridad trae recuerdos de lo que durante el día he vivido
Mi alma se confunde, entre nervios y temor
Deseando que mañana el día sea mejor
La claridad de la primera luz en mi cuarto
Mis ojos despiertan,
Tomando por asalto a mi cuerpo vencido por el sueño
Atino por inconciencia a impulsarme
Para enfrentar con valentía el nuevo día
Me olvide de saludarte y confundido por lo desconocido
Empujo la muralla que otra vez me absorbe
Que inconsciente soy, como olvidarte,
Si eres Tú, mi Dios, el que cada día, conforte me trae.

Jorge Enrique Ramírez Clavijo